Una Peli de Bill Murray
La vida no sorprende, cada cosa nueva que aparece viene con su final tatuado de la forma más cruel y yo lo leo, lo toco, lo siento y sin embargo, no quiero dar fe a mis ojos. La excusa de una mala vista o de pensar de forma mentirosa y casi feliz, no hace más que volverme presa de esta “infelicidad permanente”. Así transcurre día tras día, observo al mundo pasar desde una ficticia ventana que invento en mi cabeza, llorando mares y hasta cataratas internas y, a cambio de eso, expreso sonrisas y disfruto de las alegrías ajenas.
Una peli de Bill Murray, esas, donde su cara de hastío que nunca cambia y, de la cual es un maestro, sus pocas ganas de hablar, en las que nada pasa o cuando pasa es para presagiar que ya nada va a volver a pasar… Filmografía en la que en el preciso instante de un cambio de suerte ahí nomás, a la vuelta de la esquina nos devuelve la interminable fila de hormigas con formas de letras que nos anuncian el tan esperado final. Y sin embargo, nos quedamos ahí sentados, cada uno en su lugar sin mirar siquiera alrededor esperando que los títulos sean una ilusión pasajera.
Pero la ilusión pasajera es la vida misma, en la que los títulos corren cada vez con más rapidez… y lo que ayer eran tomos y tomos de historia hoy son cortos pero, con el tiempo todo se vuelve más pesado y doloroso, más insoportable, no importa cuanto tiempo dure, demasiado peso en estos hombros y la contractura eterna que no quiere abandonarme. Me quejo de ella cuando, en realidad, se ha convertido en mi más leal compañera y caminamos juntas día y noche, tardes, horas, momentos.
La pregunta del por qué va y viene a cada momento y solo se calma con una canción que describa algo más terrible que lo que me está acosando en este momento pero, cada uno es un universo y mi dolor para mí es insostenible mientras que, para otros, es simplemente un problema al cual no pueden aportar solución. Ignorantes del mundo del ser humano o, tal vez, sabios en la materia, jamás se detienen a pensar que no son ayudas lo que pido, tampoco consejos ni siquiera, que estén de acuerdo con el bloque de palabras incomprensibles que salen por mi boca.
Solo quiero que compartan esto que me está pasando, no importa cuan tonto pueda parecerles, eso no es lo que espero. No lloren a mi lado, tan solo escuchen o finjan hacerlo. No me digan cosas en las que no creo y se que no sienten, tan solo observen como mis labios se mueven y desde el interior más profundo de mis memorias brotan palabras y frases que carecen de sentido pues, abarrotadas durante años pelean entre sí por ver quién puede salir primero y chocar con el muro de la nada misma.
Se que la “nada misma” ha sido utilizado muchas veces, tampoco voy a compararme con mi amigo Gregorio Samsa, otro recurso utilizado hasta la eternidad ida y vuelta, tan solo puedo decir que mi vida es una Peli de Bill Murray, donde el escenario, los actores, las situaciones alrededor cambian y yo sigo sentada con la misma actitud de hastío y con poca expresión en mi rostro a la espera de los títulos que esta vez sean, realmente, el final.
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